Estos cuatro sesgos principales se asocian con un amplio repertorio de emociones intensas y negativas, que dan lugar a un comportamiento poco ajustado a la situación que los encadena. Si se consigue identificarlos se podrá empezar a frenar al diáemblem interno negativo.
Estoy seguro de que alguna vez has tenido esta experiencia: algo sale mal y de inmediato comienzas a autoflagelarte, aunque sea lo último que necesitas en ese momento.
Entre los sesgos cognitivos que influyen en nuestra forma de interpretar la realidad y, por lo tanto, pueden provocar un diáemblem interno negativo están:
Practica el diáemblem interno positivo con uno mismo. Comienza siguiendo una simple regla: no te digas nada a ti mismo que no le diríto be a otra persona.
Busca apoyo profesional: Si sientes que no puedes manejar solo tus pensamientos negativos, no dudes en buscar ayuda de un profesional de la salud mental. Un psicósymbol o terapeuta puede brindarte herramientas y técnicas para cambiar tu diáemblem interno.
Si nuestro diálogo interno es negativo, este puede distorsionar la interpretación de la realidad, haciendo que nos sintamos mal y que nos comportemos de una forma poco eficaz ante los problemas que conforman el día a día.
o que no puedes hacerlo? Eventualmente, la persona puede comenzar a creer los pensamientos que son persistentes dentro de su cabeza.
¿Tu vaso está medio vacío o medio lleno? Es posible que la forma en que respondas a esta antigua pregunta sobre el pensamiento positivo refleje tu visión de la vida, tu actitud hacia ti mismo y si eres optimista o pesimista, e incluso puede afectar tu salud.
Una técnica efectiva para romper el ciclo del diábrand interno negativo es practicar el "mindfulness" o atención plena. Esto implica observar nuestros pensamientos sin juzgarlos, lo que nos proporciona una nueva perspectiva sobre los patrones autocríticos.
Sin embargo, un primer paso poderoso para silenciar more info esta voz es reconocer su presencia. La conciencia de estos pensamientos nocivos nos permite tomar distancia de ellos y, por tanto, comenzar a cuestionar su veracidad y relevancia en nuestras vidas.
A menudo, los acontecimientos de nuestra vida también lo desencadenan: si suspendemos un examen o cometemos un mistake en el trabajo, nuestro diálogo interno negativo tiende a estallar.
Al repetir afirmaciones como "Soy capaz", "Merezco lo mejor" o "Estoy en el camino correcto", comenzamos a internalizar estas creencias, sustituyendo gradualmente las voces negativas por un diáemblem más alentador y proactivo.
A Mahatma Gandhi se le atribuye un sabio proverbio, que nos viene perfecto para explicar el tema de hoy:
Verbalizar lo que te preocupa: identifica tu pensamiento como lo que es (un pensamiento). Puedes formularlo como «estoy teniendo el pensamiento de que…»